Después del desayuno salimos rumbo al Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil. Pasamos por Chantada y por esas carreteras llenas de curvas llegamos a Os Peares. El pueblo está situado en un sitio precioso, entre las provincias de Orense y Lugo, donde confluyen los ríos Búbal, Sil y Miño.




El puente por el que pasa el tren por encima de Miño es un puente de hierro realizado por la escuela de Eiffel.
Cerca se encuentra el Embalse de Os Peares, uno de los más antiguos de Galicia.
Tomamos un cafetito y ya la siguiente parada fue el Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, actualmente convertido en Parador de Turismo. Es uno de los más importantes monasterios románicos de la Ribeira Sacra. Está situado en el municipio de Nogueira de Ramuín, en la parroquia de San Esteban. Las vistas no son muy buenas por la gran cantidad de vegetación que lo rodea. Aunque imagino que desde las habitaciones sí que deben tener buenas vistas.
https://www.arteguias.com/monasterio/santoestevoribassil.htm
Había una exposición sobre Afiladores:
Y otras esculturas:


La iglesia anexa al Monasterio :
Para más información:
https://www.arteguias.com/monasterio/santoestevoribassil.htm
Para comer nos habían recomendado O Curtiñeiro, en Parada do Sil, y fue imposible conseguir mesa, así que ayudados por San Google encontramos uno en Valilongo:
Hostal Restaurante Valilongo
32765 A Teixeira, Ourense
Muy buena comida y muy atentos. Con una caldo de judías verdes buenísimo, que me recordaba al que solía hacer mi abuela. Del pan ya no digo nada. Sólo que la frase del viaje fue: «¿Nos puede traer otra cesta de pan que ésta venía rota?»
Y hasta aquí nuestra primera toma de contacto con la Ribeira Sacra, y desde luego habrá muchas más porque nos han quedado por ver un montón de cosas, que nos ha dejado buen sabor de boca.
La vuelta a Lugo la hicimos por Monforte, sin parar, así que otra cosa que queda pendiente.