En el puente de Diciembre de 2014 hicimos un viaje “de chicas”, dos de mis amigas y yo, y la verdad es que, además de que la ciudad era preciosa, lo pasamos muy bien, con muchas risas que siempre son la mejor terapia.
Como hace ya bastante del viaje y en su momento no hice crónica ni escribí nada, pues lo que haré será poneros los sitios que visitamos. Sólo fueron 3 días así que nos quedó mucho por ver.
Pero, como pasa en todas las ciudades, lo que más gusta siempre es callejear lo máximo posible y para eso Oporto es ideal, a pesar de las cuestas. Además nos hizo un tiempo buenísimo para ser Diciembre, así que lo que apetecía era estar en la calle.
La anécdota de este viaje, que todo viaje que se precie tiene al menos una de la que te acuerdas siempre y sobre todo si es divertida, fue la de las botas de mi amiga “E” en el aeropuerto. Como ya sabéis cada vez en más aeropuertos te obligan a quitarte los zapatos para pasar el control. En EEUU aunque sean chanclas la gente ya se las quita antes de que les digan nada, y allí van descalzos sin nada. En España no es tan exagerado, pero las botas y zapatos cerrados o con cuña siempre hay que sacarlos, y te dan unos plastiquillos para ponerte. Pues mi amiga “E” llevaba unas botas monísimas, preparada para caminatas, pero dificilísimas de sacar y poner. Así que cuando en el control le dijeron que se las quitara ella dijo que no podía, que no se las iba a poder quitar ni poner. El del control llamó a la Guardia Civil para ver cómo se solucionaba el problema. A todo esto, mi amiga “M” y yo ya habíamos pasado el control y estábamos viendo la escena muertas de risa desde el otro lado del control. Entonces llegaron dos guardia civiles y “E” les cuenta el tema de la botas, y los pobres se vieron quitándole las botas y poniéndoselas a continuación y dándose por vencidos la dejaron pasar. Qué rato malo pasó ella y qué risas nos echamos las otras dos (malas amigas). Así que ésta será la anécdota que nos contemos de viejecitas entre unas risas y con un té. Os pongo foto de “la anécdota” del viaje.
Seguimos…
De viaje con mamá 