Después de la visita a San Millán, vamos camino de Canillas de Río Tuerto a comer en La Cueva del Chato, del que había leído buenos comentarios, pero estaba lleno y no teníamos reserva, así que imposible. Muy buena pinta el sitio.
El siguiente punto en mi mapa era Nájera y el Mesón del Buen Yantar. Según salimos del primero llamamos para reservar en éste y nos tocó la última mesa porque estaba lleno también. La comida estuvo bien, un menú corriente, y el trato muy bueno. Las patatas a la riojana estaban de muerte.
El pueblo no nos gustó mucho, o por lo menos la zona donde estaba el restaurante.
Teníamos una visita concertada a una bodega en Cenicero y como nos daba tiempo nos acercamos hasta Elciego para ver por fuera la bodega de Marqués de Riscal. No pudimos verla ni por fuera porque el hotel estaba cerrado y no dejaban pasar si no tenías visita organizada. Así que nuestro gozo en un pozo porque no nos daba tiempo a la visita. Así que nos volvimos a Cenicero.
La visita a la bodega Tritium estuvo bien. La bodega es pequeña y nos dieron la cata con 3 de sus vinos, aceite y embutidos.
Ya de noche enfilamos hacia Logroño. Teníamos reserva en el NH Logroño. Estupendo el hotel y el desayuno.
Nos dimos un paseo largo, porque está algo lejos del centro, hasta calle Laurel para tomarnos unos vinos con sus respectivos pinchos en tan famosa calle. Mucha gente, cola para entrar en los bares… Así que un poco agobiante. Aunque yo me quedo con la calle de los vinos de Lugo, nada que envidiar.
Seguimos…