Doolin
Doolin está cerca de los acantilados de Moher, que era un punto fijo a visitar. La casa era preciosa y estaba en un sitio idílico. Nada más entrar había un olor a pasteles caseros que quitaba el sentido. Se llama Twin Peaks B&B. El desayuno fue espectacular. La habitación perfecta. Su web:
El día que llegamos nos dio tiempo a visitar Doolin y sus alrededores, y ya al día siguiente nos fuimos a ver los acantilados de Moher, que son espectaculares. Pero nada que envidiar nuestra costa gallega y asturiana.
Doolin es conocida como la cuna de la música tradicional irlandesa y hay numerosas tiendas de artesanía local y de instrumentos musicales, y numerosos pubs con música en directo.
Tiene un pequeño puerto pesquero que es, además, el punto de partida de los ferris que llevan a las islas Aran. Su mayor interés son las vistas a dichas islas y la forma del paisaje rocoso que llega hasta el mar.
Acantilados de Moher
Estos acantilados son unos de los más altos de Irlanda y uno de sus principales atractivos turísticos con más de un millón de visitantes al año. Son, además, una reserva de aves protegida por la cantidad y variedad de éstas que habitan y anidan en ellos.
Desde los acantilados se pueden ver las islas Aran, la bahía de Galway, la cadena montañosa Twelve Pins, y las montañas Maum Turk de la región de Connemara.
Los acantilados de Moher reciben su nombre de las ruinas del fuerte Mothar que se pueden ver hacia el sur (Hag’s Head) y hacia el norte, muy bien conservada, está la torre de O’Brien, construida en 1835 como mirador, que se puede visitar.
Desde el punto por el que se accede a los acantilados hay caminos a derecha e izquierda que permiten recorrerlos en su práctica totalidad. Una parte de estos caminos es perfectamente segura y cubre unos 700 metros de recorrido. El resto transcurre por terrenos privados y son algo más inseguros. Es una visita espectacular, vale la pena tomarse unas horas para recorrer al menos la parte habilitada.
Dunguaire Castle
El último lugar que visitamos este día fue el Castillo de Dunguaire, que está totalmente restaurado y se utiliza en la actualidad para “banquetes medievales”. Data del siglo XVI y está en la costa sur oriental de la bahía de Galway en el condado de Galway, cerca de Kinvarra.
Dublín
Y las dos últimas noches las pasamos en Dublín en un hotel también genial. El Ashling Hotel, de 4 estrellas, situado en un buen sitio para hacer turismo con una parada de tranvía, casi en la puerta del hotel, que llevaba al centro. El desayuno estupendo y la habitación genial.
Éstas eran las vistas desde el hotel:
Su web:
Estuvimos visitando el Trinity College, que es la universidad más importante de Dublín. Dimos también un paseo por el Temple Bar, que es un barrio en el centro donde se encuentra la vida nocturna de la ciudad, con muchos pubs, música en directo en muchos de ellos. Visitamos también la catedral de San Patrick. Cerca del hotel estaba la fábrica de cerveza Guinness Storehouse. Se puede hacer una visita guiada por la fábrica que acaba en el Gravity Bar, que es un pub situado en la azotea.
Esperamos que os haya gustado la pequeña crónica y os sirva para próximos viajes. Nosotros desde luego que repetiremos destino porque nos quedó mucho por ver y nos encantó esta pequeña toma de contacto. Y pendiente tenemos el recorrido por los escenarios de Juego de Tronos en Irlanda. La gente encantadora en todos los sitios, la verdad es que tratan muy bien a los turistas y son muy amables, intentando ayudar en todo momento. Así que volveremos.