Madrugón otra vez, desayuno en el hotel y nos vamos a Arlington en el metro. Dos horas paseando por el cementerio, por cierto lleno de cuestas y con el calor que hace buscando sombra, menos mal que está todo lleno de árboles.




En este cementerio sólo pueden ser enterrados aquéllos que hayan hecho algo en defensa de la nación. Por eso allí yacen miles de soldados de todo rango o civiles, como en el caso de los pasajeros del vuelo 93 de United Airlines, que evitaron que el avión colisionara contra su objetivo en el 11 de septiembre de 2001, y en algunos casos sus familias.
Hay lápidas en las que se ven inscripciones del la WWII, la de Vietnam y la de Corea, en otras la WWI.
Hay placas en la base de los árboles conmemorativas de algún batallón en concreto.
Aquí se encuentra las tumbas de JFK y parte de su familia, muy sobrio todo. Están él, Jackie, y dos de sus hijos, también su hermano, Robert Kennedy, que también murió asesinado. Una llama eterna arde en honor del presidente asesinado y hay un modesto monumento de mármol y granito donde hay esculpidas frases y discursos de JFK. La tumba está alineada con el Monumento a Lincoln cruzando el Puente Memorial de Arlington.

Otra de las tumbas más visitadas de Arlington es la del Soldado Desconocido, que se creó tras la Primera Guerra Mundial. Desde 1948, el Tercer Régimen de Infantería ha custodiado la Tumba del Soldado Desconocido. Se puede asistir a la ceremonia de cambio de guardia. Dependiendo de la época del año, se realiza cada hora o cada media hora. El comandante de sustitución inspecciona las armas del nuevo guardia y después dispensa al guardia anterior de su deber. Los tres soldados honran a continuación al Soldado Desconocido antes de que el nuevo guardia tome posición.
La verdad es que impresionan las vistas, miles de tumbas alineadas y sencillas. Los jardines preciosos.
A mí me encanta visitar los cementerios siempre que voy de viaje, leer las lápidas, etc….y éste es especialmente triste.
Acabada la visita caminamos hacia el metro y nos vamos al Capitolio. Al bajarnos en la parada de Capitolio pasamos por la Biblioteca del Congreso y entramos. Resulta que nos equivocamos y son tres edificios y entramos en el que no era, así que nos dicen que una opción es salir a la calle y otra irnos por los túneles. Elegimos túneles y llegamos a la Biblioteca, no se puede entrar, pero se ve preciosa desde fuera. Hay un tour pero no nos da tiempo, que hoy nos volvemos a NY y vamos justos de tiempo y con mucho que ver pendiente, así que nada.


Seguimos hacia el Capitolio. Hacemos cola para la visita guiada, pero se retrasa y viendo que tenemos que irnos al hotel, comer y coger el bus a NY, decidimos irnos.
Así que nos vamos con calma dando paseo hasta el hotel, llegamos a comer en los Food Trucks, que el sábado han cambiado de sitio y están en la calle enfrente al Smithsonian del Aire y del Espacio. Comemos en la terraza del hotel y a descansar un ratito antes de irnos a coger el bus a Union Station.
Cuando es la hora, siempre con tiempo de sobra, que detesto ir corriendo a los sitios, cogemos un taxi. Llegamos media hora antes de la salida, el bus sale con retraso de 45 minutos, encima tráfico para salir de Washington, accidente en la carretera y al final llegamos a NY a las 9 de la noche, y para colmo nos cambian sitio de llegada y no llega al mismo sitio de donde salen, así que mi tío nos esperaba en la calle 34 con la 11ª y el bus llegó a la calle 27 con la 7ª. Culpa mía, pero no se me ocurrió que los sitios de llegada y salida no coincidían. Así que si os vais en Megabus enteraros bien del sitio de salida y llegada. Por cierto, hay WIFI gratis.
Pero bueno en un santiamén llega mi tío a recogernos y para casita ya por fin agotados!