De viaje con mamá

Hoy no toca caminar por el parque, que queremos ir a una misa góspel a Harlem y hay que ir pronto.

Al final nos lleva mi tío en coche, que no se fía de los sitios por los que me meto y siendo Harlem pues menos. Llegamos hasta Fort Lee y cogemos el Washington Bridge en vez de ir por el Lincoln Tunnel, para cambiar de ruta, mucho más bonita ésta desde luego, así que salimos en Manhattan a la altura de la calle 179 en Harlem, entre Hudson Heights y Washington Heights, y bajamos por Amsterdam Avenue hasta llegar a la calle 120, donde giramos hacia el este hasta la 5ª Avenida.

Cruzar el puente son como 14$ para entrar en Manhattan, salir es gratis.

Justo esa madrugada aparece muerta en Washington Heights la nieta del actor Morgan Freeman, asesinada presuntamente por su novio, que parecer ser que le estaba haciendo un exorcismo…Lo vemos en las noticias de la noche.

En uno de los viajes anteriores quisimos asistir a una misa góspel. Después de leer numerosos foros, nos decidimos por una y cuando llegamos no se podía ya entrar porque estaba llena. Allí nos desviaron a otra iglesia y nuestra sorpresa al entrar y después de estar allí una media hora esperando fue darnos cuenta que la mayoría de los que estábamos allí éramos turistas, así que decidimos irnos y probar suerte en otra ocasión. Así que nuestro gozo en un pozo. No recuerdo cuáles eran, tengo que rebuscar en mis notas y si lo encuentro ya os lo diré.

Esta vez, he vuelto a consultar varios blogs y como fan que soy de «La 5th con Bleecker St.»

http://www.la5thconbleeckerst.com/

me dejé llevar por sus consejos y fuimos a la Bethel Gospel Assembly,

http://www.bethelga.org/home.aspx

2-26 East 120th Street (calle 120 entre la 5ª Avenida y Madison)

y el acierto fue total.

Hay dos servicios, uno a las 8:30 y otro a las 11:30. Imagino que el de las 8:30 debe ser más auténtico y con menos turistas, pero suponía madrugar bastante, así que nos fuimos directamente al de las 11:30.

Llegamos a las 10 de la mañana, pronto, que había planificado bus y metro y al venir en coche llegamos con tiempo de sobra.

Sólo dos turistas en la puerta. Intentamos dar paseo por el parque de enfrente, Marcus Garvey Park, pero hace calor, así que al llegar a la 5ª avenida damos la vuelta y optamos por entrar en la iglesia. Están en el servicio de las 8.30, así que nos piden que esperemos hasta 10.45. Nos quedamos dentro y se empieza a hacer la cola según va llegando la gente, y nosotros encabezamos la fila. Sale una señora y nos pregunta de dónde somos, cómo hemos encontrado la iglesia y nos da un ticket, no para cobrarnos sino para controlar el acceso. Había otra pareja de españoles detrás de nosotros y entablamos conversación con ellos contándonos nuestras experiencias respectivas. Eran de León y ésta era su primera visita, como jugamos con ventaja les damos alguna recomendación. A las 11 entramos, nos llevan al piso de arriba y nos sientan en la segunda fila, ya que la primera está reservada para los feligreses que no caben abajo. Una chica con guantes blancos, que hace de acomodadora, nos indica dónde sentarnos. Muy amables todos.

A las 11:30 comienza la misa, con el coro de góspel en el escenario. Son 7, un hombre y 6 mujeres. Un comienzo impresionante. Luego nombran nacionalidades de los turistas, que por eso lo preguntaban a la entrada, y nos hacen ponernos en pie y en cada uno de los idiomas de los turistas nos dedican unas palabras de bienvenida y todos los que tenemos alrededor nos vienen a dar la mano diciéndonos “Welcome”. Yo me emociono, que soy de lágrima fácil, herencia de mi mami, pero no soy la única, mi hijo igual pero sin lágrimas, jejeje. Los chicos de León nos miran también alucinados.

Todo el mundo cantando y bailando durante la primera hora, luego el coro se retira y una mujer toma la palabra para hablar sobre cosas de la parroquia, anuncios, servicios especiales y eventos de la semana siguiente. Luego felicita a una feligresa que estaba celebrando sus 94 cumpleaños. Todos pasan a cantarle el cumpleaños y ella dice unas palabras agradeciendo a todos el detalle.

Durante el servicio, me fijé en que había unas chicas por las escaleras que daban a la gente que se lo pedía unos sobres. Las dos mujeres que tenía delante pidieron uno cada una y para mi sorpresa veo que una de ellas mete 100$ en el sobre y escribe sus datos en la parte exterior. No creo que esto sea todas las semanas, porque si no menudos ingresos tiene la iglesia si cada uno da 100$ a la semana!!! Al rato llegaron las cestas para la colecta. Los turistas dimos dinero y los feligreses los sobres.

Por último aparece el pastor que da su “spich”. Habla de todo, de Jesús, de los problemas actuales de la sociedad y hasta de Donald Trump y de lo que se le criticaba por sus declaraciones en contra de los inmigrantes. La verdad es que me pareció entender que estaba un poco a favor.

Al final pide si hay alguien que necesite que recen por él, que se acerque al escenario. Salen unos cuantos y de un en uno el pastor les va dedicando unas palabras de consuelo a la vez que pone su mano sobre la cabeza de cada uno. Pensamos que había más góspel pero no, se acaba aquí todo. Ya al salir nos dan las gracias por asistir. Han merecido la pena las dos horas.

Luego subimos caminando por Lenox Avenue/Malcolm X Blvd. hasta el restaurante Sylvia´s, a comer, asignatura pendiente de nuestros anteriores viajes, que se encuentra en Malcolm X Blvd. entre la calle 126 y la 127). Vemos una cola en la puerta, nos dicen que media hora de espera. Entramos dentro para esperar en la barra, al fresquito, y nos ofrecen agua. Esperamos viendo entrar y salir al gente, mucho turista y mucha gente de color elegante que viene del servicio del domingo.

El local es curioso, tiene una barra donde se puede comer si no quieres esperar mesa.

La comida muy rica, pedimos el típico Chicken & Waffles, con Mac & Cheese. Se trata de pollo frito tipo KFC, pero casero, nada grasiento y muy bueno, y lo sirven con un cuenco con macarrones con queso y unos waffles con mantequilla y el sirope aparte. Por cierto, white meat es la pechuga y dark meat es el muslo. Para acompañar no dejamos de pedir el pan de maíz que me encanta, recién hecho, calentito y rico, rico. Todo muy bueno. No es barato, porque al final la comida es bastante sencilla, pero el sitio está genial. Va mucha gente del barrio después de misa, así que es curioso ver lo bien arreglados que van. De postre compartimos una especie de pastel de melocotón, muy rico. Recomendable. Pagamos por los dos 56,51$.

http://www.sylviassoulfood.com/restaurants.html

Una vez dentro tiene varias salas, y había una mujer cantando y pasando por las mesas preguntando de dónde eran los comensales y una vez le decían el país o el estado ella decía, en nuestro caso, “Spain in on the house!”. Había gente celebrando cumpleaños, gente que al ver el micrófono se lanzaba a cantar y menudos vozarrones tenían! Una de las veces oímos por el micrófono a la cantante decir Catalonia? Where is it? Y entonces se oye “Spain is on the house”. No veíamos la mesa pero nos hubiera gustado verles la cara cuando la mujer dijo Spain…en fin!

Después de la comida damos un paseo por Harlem dirección downtown.

Cansados de andar cogemos el metro directos a B&H a hacer algunas compritas de “tecnología”. Es una tienda de electrónica totalmente recomendable y bien merece una visita, los empleados son muy amables, es enorme, y contemplar el sistema de cintas transportadoras por todo el local no tiene precio. Está situado en la esquina de la calle 34 con la 9ª Avenida. Todo muy organizado, pides lo que quieres en un sitio, donde te informan de todo lo que quieras, una vez te decides, te mandan a pagar a otro mostrador y luego a otro a recoger lo que has comprado.

Os pongo dirección y web:

420 9th Av. (está en la esquina de la calle 34 con la 9ª avenida)

www.bhphotovideo.com

Me encanta esta tienda, la gente es muy amable y el sistema de cintas transportadoras es un punto! Y las gominolas que tienen en los mostradores están buenísimas. Una vez que pagamos nos sentamos un rato en los bancos que tienen a la salida para recuperarnos del calor de fuera.

A la salida nos recorremos la calle 34 en dirección a Macy’s, con paraditas en todas las zapaterías, y como no, en un Duane Reade, mi perdición. Buenas vistas del Empire State.

Según anochece enfilamos hacia Port Authority, justo enfrente del edificio del The New York Times, para volver a casa y fin del día.

Para movernos por Manhattan la mayor parte de las veces lo hacemos a pie, es la mejor forma de conocer una ciudad. Para ir a sitios concretos utilizamos la Metrocard que se rellena según vas gastando. Hay unas máquinas antes de entrar en el metro donde puedes confirmar el saldo que te queda. Cuanto más dinero cargues mayor es el descuento.  Autobuses ninguno, salvo el de NJ-Manhattan, que cuesta, comprando bonos de 10, 2,70$ cada trayecto. Taxis tampoco hemos cogido, salvo cuando hemos salido con los amigos que tenemos en Manhattan. El metro es sencillo de utilizar, sólo hay que fijarse en la dirección Uptown o Downtown, porque en algunas estaciones no puedes cambiar de sentido y hay que salir a la calle, y también fijarse en que el tren sea Local o Express. El Local para en todas las estaciones del recorrido, el Express no, sólo en las que en el plano del metro tienen circulito blanco. En este viaje, a pesar de no ser primerizos, nos pasaron ambas cosas, jejeje. Pero todo tiene arreglo en esta vida…y si se está de vacaciones más!